Viaje a la luna

Nada más llegar a mi destino me dio por pensar que viajes a la luna ha habido unos cuantos. No se me ocurrió entonces el de los estadounidenses bandera en ristre, que a saber. Me acordé de los viajes fílmicos del mago Méliès y Segundo de Chomón, hace más de un siglo, y de los viajes de Lorca, poema a poema hasta surcarla en un guion del año 29 donde ¡plaf! siento que se me convoca a este viaje lunero mío. Lorca escribe que “una puerta se cierra violentamente y otra puerta y otra y otra sobre una doble exposición de las mujeres que suben y bajan los brazos. Al cerrarse cada puerta saldrá un letrero que diga: Elena, Helena, elhena, eLHeNa.” Si Lorca me habla, a Lorca escucho. Vale. Este será un viaje adentro.

Fotograma de Viaje a la luna, guión de Federico García Lorca, adaptación y realización de Frederic Amat.

VIAJE ADENTRO

Caminando por el mundo miré al mundo y él me vio y al volver,

mirando a casa pasó el mundo y me vi yo.

Escrito a tiza en la pizarra del bar ‘Más corazón’, bar de Antón Martín, Madrid.

Cuando Emma muere comienza mi viaje a la luna y mi amiga Lina me envía un fragmento de 20 líneas sobre la pena y el duelo. Viene de un libro en inglés de la escritora bell hooks, escrito así, en minúscula porque para ella lo más importante en un libro es “la sustancia, no quién soy yo”. La sustancia: la pena y el duelo. Sentir pena sin vergüenza, no penar por sentir pena, pena que te va a acompañar, a saber cómo, dónde y cuánto, abraza tu pena, crecerá tu alma, dice un amigo pintor, Javier Bergasa, en una de sus imágenes.

La forma en que penamos (nos dolemos) es afectada por la forma en que amamos, pobretona y traidora traducción de palabras más precisas: The way we grieve is informed by whether we know love. Ya que el amor aleja de nosotras una gran cantidad de miedo, ese mismo amor guía nuestro dolor. El duelo, dejarnos penar por la pérdida de las personas amadas, es una forma de compromiso, de comunicación y comunión. Esto, que así dicho puede parecer sencillo, en realidad es difícil de practicar porque, y sigue bell hooks, nuestra cultura niega la alquimia emocional de la pena.

Aprender a sentir pena grande por ausencia irrebatible, irreversible, inexorable, una lo sabe, la gente se muere, pero cuando te toca cerca, cómo se hace, ay dios, que no nos han dicho cómo se hace, si acaso sabemos comportarnos y que no se note mucho, o que se note cuando debe, y es que hay que vivir nomás y la muerte no (nos) existe, es algo por ahí quién sabe dónde, falleció, pereció, lamento el deceso de, pérdida irreparable, si quieres colocamos la bandera a media hasta, ¿la de España?, pregunto con algo de soberbia, bueno, es la bandera de la urbanización, pero es la bandera de España, insisto yo, lo hacemos cuando muere un vecino, si queréis ponerla a media hasta adelante, como queráis, hola, soy de la funeraria, hola, yo soy la doctora que certificará la muerte. Corre, corre, decide, tienen que llevarse el cuerpo, mira, estos son los ataúdes que tenemos, quiero lo más sencillo, lo más barato que tengáis, ataúd sin símbolos, lo más barato 3000 euros, puedes ir a velar el cuerpo hasta mañana que lo incineramos. No, no, nosotras eso no. Lo más fácil, rápido, eficaz, ejecuta, resuelve, hay tres guardias civiles, un funerario y su ayudanta principianta de 55 años, soy nueva en este trabajo, el funerario le explica cómo levantar el cuerpo, cómo trasladarlo hasta la furgoneta Partner. Si cambias de opinión y quieres ir a velar el cuerpo. No, no, muchas gracias. Las cenizas puedes buscarlas mañana por la tarde. Ofrece un refresco a los señores y a mujer ayudanta, Emma lo hacía con todo el mundo, sé agradable con estas personas que están haciendo su trabajo. Al final uno de ellos dice que de encontrarse conmigo en el futuro, nunca me pondría una multa. Gracias, sonrío. Adiós, adiós, que os vaya bien. Estoy muy triste, pero no siento nada. Llamadas, correos, resuelve, sigue resolviendo. Te vas de viaje y no lo sabes. Descuidas los detalles, vas lo que dicen loca, no te paras, crees que te está dando infección de orina y lo que pasa es que se te ha olvidado ir a mear. Vacías la vejiga y respiras aliviada, y sigues, la cosa está apenas comenzando. ¿Qué te traerás al viaje? ¿Cómo será tu maleta? ¿y tus despertares? Aquí hay de todo. Estoy muy triste. Lloro al amanecer, al atardecer, presiento que tras la noche vendrá la noche más corta, quiero que no me abandones.

¡Emma, Emma! ¡¿Emma?!

Vuelve bell, más o menos así: si negamos la plena expresión de nuestra pena, ésta yace como una losa sobre nuestro corazón, causando dolor emocional y padecimiento físico.

¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡AaAaAaaaAAA!!!!!!

Sola, preciso soledad, me escribe Emma en un escueto email. ¿Emma? Emma no responde al correo, no responde al teléfono. ¿Emma? ¡¡Emma!! Emma.

Detalle superficie lunar
Detalle de la superficie lunar habitada.

Han pasado casi tres años desde su muerte, casi tres años desde que me mudé a esta casa lunar suya donde decidió morir, yo aquí no me quedo, decía en la cama del hospital al que vine a buscarla sin tener las señas. Me ausento de la luna por unos días, te aviso cuando vuelva. Te he encontrado, te he encontrado, le espeto juguetona cuando entro en su cuarto de hospital, nos reímos, quiero decirle ya te vale, ¿por qué no me has dicho que te ibas a ingresar?, pero Emma me enseña a jugar, gracias Emma, no nos debemos nada, no nos pedimos casi nada, nos disfrutamos, mucho amor, con eso basta.

Mapa de la luna
Mapa de la Luna, dibujado en 1970.
¡Emma!, ¿Emma? ¿Hola? Mochila y poco más, va a ser viaje adentro. Adentro de un interior casa llena de cosas de dos. Emma y Fernando, muerto 9 años antes, abuelos, compañeros de viaje.
Elipsis.
Casi tres años de viaje, no sé si duele menos, duele distinto. Hoy la lloré. El viaje sigue, Emma acompaña. El abuelo también.

Para viajar no es necesario ir a ninguna parte. Una puede andar siempre de viaje. Ser viaje.
Emma Cohen
En la imposibilidad de seguir el aire de todos, decidí seguir el mío.
Fernando Fernán Gómez

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