Publicado el 20:30h
en
Ciudades
por Sergio Erro
Me encontraba en el asiento trasero de un taxi de los que aquí llaman vocho, el antiguo y casi extinguido Volkswagen escarabajo, éste se movía a trompicones dentro de un torrente de millones de coches, camiones y autobuses que contribuían a formar la nociva calima que oscurecía el cielo de la Ciudad de México....